Científicos de la Universidad Northwestern de Estados Unidos aseguraron el miércoles a la agencia EFE haber superado uno de los "grandes obstáculos que impedían regenerar las células del oído interno encargadas de la audición".
Científicos de la Universidad Northwestern de Estados Unidos aseguraron el miércoles a la agencia EFE haber superado uno de los "grandes obstáculos que impedían regenerar las células del oído interno encargadas de la audición".
Con la llegada de la pandemia, permanecer en casa para evitar la propagación del COVID-19, llevó a la necesidad de estar conectados a distancia a través de medios electrónicos; y con ello, a que los sentidos de la vista y el oído se volvieran más vulnerables ante la exposición de video llamadas, clases y conferencias virtuales, entre otras.
Los seres humanos deben evitar la contaminación sonora o acústica, sobre todo, la representada por los ruidos excesivamente altos, repetitivos y que tienen larga duración, dado su efecto nocivo sobre el ambiente y sobre la audición.