Cuando la última modelo recorrió la pasarela de Carolina Herrera en un vestido inflado que llegaba al piso y parecía una enorme camisa blanca fue un saludo juguetón de dos maneras.


Cuando la última modelo recorrió la pasarela de Carolina Herrera en un vestido inflado que llegaba al piso y parecía una enorme camisa blanca fue un saludo juguetón de dos maneras.


