Después de un servicio religioso que cerró 10 días de condolencias por su fallecimiento, la Reina Isabel II ya descansa en la capilla de San Jorge, donde fue enterrada este lunes junto a su marido, el duque de Edimburgo, en una ceremonia privada a la que solo asistieron los miembros más cercanos de la familia real británica, reseñó el martes la agencia de noticias EFE.