Subir la mirada en cualquier calle de Caracas es una garantía de encontrarse con una antena satelital. Incluso en el cerro más pronunciado y lejano de la ciudad, decenas de casas, reconocibles por sus fachadas de ladrillos rojos y techos de zinc, exhiben estos artilugios capaces de establecer conexión con un satélite que orbita alrededor de la Tierra, a decenas de miles de kilómetros de distancia, reseñó TalCual.