La capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, que falleció el 31 de diciembre a los 95 años, abrió el lunes para el último adiós de los fieles, cientos de los cuales esperan en fila ya desde primeras horas de la madrugada para entrar en la basílica de San Pedro y despedir al pontífice, reseñó EFE.